Dehesa la verde o dehesa de Navarrete.
Como decimos, se trata de un monte, llamado oficialmente Luento, con forma alargada y que esta situado entre las faldas del Moncalvillo y el río Ebro. Constituye una barrera natural entre los valles del Iregua y del Najerilla (bueno, en realidad el valle del Iregua queda más hacia el este, lo que separa del Najerilla es el pequeño valle situado entre Navarrete y Fuenmayor).

Mapa de situación de la dehesa de Navarrete. Es el punto verde alargado en el medio de la imagen.

Mapa en mayor tamaño de la dehesa de Navarrete.
Situación.
La dehesa de Navarrete constituye seguramente el bosque independiente o aislado más grande de La Rioja, pues el resto de zonas boscosas, aproximadamente una tercera parte de la superficie total de la comunidad, corresponde al gran bosque que se extiende por los cameros y a lo largo del Sistema Ibérico. Además, como podríamos observer en una foto de satélite con menor zoom, es uno de los puntos boscosos más septentrionales de la península (antes del gran sistema boscoso de las cordilleras y sierras del norte peninsular, claro). Dentro del secarral que es casi toda la zona centro de España, puede divisarse con relativa facilidad a cierta distancia. Tiene la particularidad además de que permite comunicar el río Ebro, y por tanto el valle, con la sierra, prácticamente sin abandonar el bosque, y solamente atravesando un par de carreteras. En efecto, si un animal partiera de la orilla riojana del Ebro podría ascender al cerro de Santa Daría en Cenicero, bajar, atravesar la autopista AP-68 por algún puente, ascender de nuevo, en esta ocasión a la dehesa, cruzar la A-12 por el solitario Alto de San Antón, y a partir de ahí iniciar un largo camino por zonas de bosque más o menos solitario hasta la provincia de Soria.
Naturaleza y deporte.
La dehesa de Navarrete constituye un lujo natural a muy pocos kilómetros de Logroño. Aunque en las cercanías de la capital riojana se encuentra el parque de La Grajera, un bello paraje natural creado alrededor de un pantano, este palidece ante la posibilidad de pasear entre este bosque situado apenas a 15 minutos de Logroño. Una buena manera de conocerlo es atravesando sus caminos en bicicleta de montaña. Con este medio de transporte tenemos sobre todo dos opciones, un camino básicamente llano que cruza el bosque de norte a sur, desde los caminos que surgen de la A-12 hasta los que llegan a la AP-68, u otro que sube hasta la cima. Si optamos por subir hasta la cima el monte nos regalará unas magníficas vistas toda La Rioja, incluyendo la cercana Logroño, esto es interesante ya que es el único punto desde donde se pueden divisar las edificios de Logroño una vez atravesado el alto de la Grajera.
Valor ecológico.
La dehesa es un tesoro vegetal en medio del valle del Ebro, todo un pulmón verde, a la vez que reserva de flora y fauna en una zona en la que no abundan las zonas boscosas como esta. Su nombre nos habla de que no siempre fue así. Anteriormente era una dehesa para el pasto del ganado. A mediados del siglo XX se empezó a plantar masivamente con pinos, quedando el bosque actual. Es difícil saber cuál era su situación anterior, o hasta donde se extendía la verdadera dehesa, y no el bosque actual. Sé que se plantaron pinos porque entre otros mi padre estuvo allí plantándolos, pero las pruebas de lo que fue algún día no abundan.
Actualmente es, como decíamos, un tesoro ecológico a sólo unos minutos de Logroño. Entre su fauna más visible tenemos corzos, jabalíes, zorros, etc. Corren leyendas también de lobos, aunque esto no es más que eso, leyendas, aunque ciertamente, en algún momento podrían haberse visto. Como hemos dicho antes, la dehesa es el último escalón entre la sierra de Cameros y el Ebro. Sabemos que en la zona de las siete villas, entre La Rioja y Soria, hay lobos. No es imposible, dado el enorme territorio que abarcan los lobos, que alguna vez hubieran avanzado por la cumbre de la sierra, bajado el Moncalvillo y llegado a la dehesa...Pero bueno En cuanto a la flora, lo que más abunda es el pino y la encina, junto a las enormes viñas que se extienden por sus faldas.
